Significado
Los cincuenta días pascuales y las
fiestas de la Ascensión y Pentecostés, forman una
unidad. No son fiestas aisladas de acontecimientos ocurridos en el tiempo, son
parte de un solo y único misterio.
Pentecostés es fiesta pascual y fiesta
del Espíritu Santo. La Iglesia sabe que nace en la Resurrección de Cristo, pero
se confirma con la venida del Espíritu Santo. Es hasta entonces, que los
Apóstoles acaban de comprender para qué fueron convocados por Jesús; para qué
fueron preparados durante esos tres años de convivencia íntima con Él.
La
Fiesta de Pentecostés es como el "aniversario" de la Iglesia. El Espíritu Santo
desciende sobre aquella comunidad naciente y temerosa, infundiendo sobre ella
sus siete dones, dándoles el valor necesario para anunciar la Buena Nueva de
Jesús; para preservarlos en la verdad, como Jesús lo había prometido (Jn 14.15);
para disponerlos a ser sus testigos; para ir, bautizar y enseñar a todas las
naciones.
Es el mismo Espíritu Santo que, desde hace dos mil años hasta
ahora, sigue descendiendo sobre quienes creemos que Cristo vino, murió y
resucitó por nosotros; sobre quienes sabemos que somos parte y continuación de
aquella pequeña comunidad ahora extendida por tantos lugares; sobre quienes
sabemos que somos responsables de seguir extendiendo su Reino de Amor, Justicia,
Verdad y Paz entre los hombres.
¿Quién es el Espíritu Santo?"Nadie puede decir: ¡Jesús es el Señor! sino por influjo del Espíritu Santo" (1Co 12,3)
Muchas veces hemos escuchado hablar de Él; muchas veces quizá también lo hemos mencionado y lo hemos invocado. Piensa cuántas veces has sentido su acción sobre ti: cuando sin saber cómo, soportas y superas una situación, una relación personal difícil y sales adelante, te reconcilias, toleras, aceptas, perdonas, amas y hasta haces algo por el otro…. Esa fuerza interior que no sabes de dónde sale, es nada menos que la acción del Espíritu Santo que, desde tu bautismo, habita dentro de ti.
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